Elegir, algo que a veces tanto nos cuesta, nos preocupamos por elegir, o por tratar de elegir la mejor opción entre todas las opciones, sin darnos cuenta que la mejor opción es cualquiera que nosotros elijamos. Sin importar lo que pase debemos elegir, siempre se puede elegir, mienten los que dicen que no, de alguna manera u otra siempre tenemos la chance de elegir, como en las pruebas con distintas opciones que debemos elegir una de las opciones. La vida es una prueba con distintas opciones, todo el tiempo nos presenta distantes oportunidades de elegir.
Saber elegir no es muy difícil, saber elegir simplemente es aceptar nuestras decisiones, buenas o malas. Para elegir solo hay que seguir caminando, mirando al frente. Porque todos tenemos la libertad de elegir, pero ¿hasta donde llega esa libertad? Es decir, en un múltiple Choice solo tenemos entre tres o cuatro opciones para elegir, y la vida no puede ser así, no podemos estar eligiendo entre tres o cuatro opciones cuando son miles las que tenemos.
El miedo a elegir es simplemente el miedo a cambiar, nos aterra cambiar. Pero ¿hasta cuando vamos a permitir que nuestros miedos nos impidan elegir? ¿ Hasta cuando vamos a permitir que nuestro miedo a lo que pase nos impida decir eso que tanto deseamos decir? Elegir no es simplemente hacer un circulo a esa opción que queremos, elegir es estar abierto a todas esas opciones que nos da la vida, porque sin darnos cuenta tenemos enfrente la mejor opción, la única opción, y seguimos eligiendo esa opción que de nada nos sirve. Elegir es intentar que nos elijan, y no quedarnos como una de esas opciones imposibles, hacer que se de cuenta que es nuestra mejor opción. Muchas veces no elegimos por miedo al fracaso, cuando no nos damos cuenta que lo mas divertido de elegir es equivocarnos, eso nos da más opciones, mas aventura. Elegir mal es simplemente descartar una de las opciones, lo que nos dice que no debemos rendirnos, ni bajar los brazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario